sábado, 25 de agosto de 2018

Ratificado en Zimbabwe Emmerson Mnangagwa para liderar la Nación

Confirmado presidente de Zimbabwe, para sacar adelante el país

Por Ilsa Rodríguez *

Harare (PL) La confirmación del presidente Emmerson Mnangagwa como líder electo de Zimbabwe abre nuevas esperanzas de prosperidad para el pueblo de esta nación de África Austral, que sufre las consecuencias de una profunda crisis económica y elevada pobreza.

El dictamen el 24 de agosto de la Corte Constitucional, integrada por nueve jueces encabezados por el presidente del Tribunal Supremo, Luke Malaba, desestimó reclamos de Nelson Chamisa, líder de la opositora alianza Movimiento por el Cambio Democrático (MCD) sobre fraude electoral y de ser proclamado vencedor de los comicios que ganó Mnangagwa con 50,8 por ciento de los votos.

Los descargos a su favor fueron insuficientes para demostrar las alegaciones de Chamisa y su abogado resultó inquirido acerca del por qué descansaba su caso en evidencias de segunda instancia y no en las primarias, que consistían en la revisión de las urnas ante observadores en un plazo de 48 horas luego del anuncio de la Comisión Electoral, como establece la ley.

Las supuestas pruebas fueron desestimadas por la Corte sobre la base de las regulaciones que aparecen en la Constitución y en la Ley Electoral, que Malaba leyó a los presentes en esas sesiones transmitidas por la radio y televisión nacionales.

El fracaso de Chamisa y los problemas internos de MCD, donde existe una pugna por el poder, cierran un capítulo de incertidumbre en esta nación, luego de la exitosa celebración de elecciones en calma y con amplia participación tanto de la población como de numerosos partidos políticos que aspiraban a cargos en gobiernos locales, escaños en el parlamento y a la propia presidencia.

No obstante, después de aceptar el dictamen del tribunal, dirigentes de esa alianza anunciaron que realizarían una serie de acciones para denunciar lo que calificaron de 'robo electoral del siglo', una declaración que preocupa a observadores en esta capital porque podría provocar malestares e inestabilidad.

Al respecto recuerdan que la tranquilidad en las elecciones sufrió el 1 de agosto las consecuencias de la instigación de dirigentes de MCD con protestas que desencadenaron una ola de violencia en el centro de Harare con saldo de seis muertos y pérdidas materiales millonarias.

Por primera ocasión desde que Zimbabwe alcanzó su independencia en 1980, en los comicios estuvo ausente Robert Mugabe, el veterano luchador que lideró el país desde entonces hasta noviembre del pasado año, cuando renunció luego de protestas populares que reclamaban su salida del poder.

La dimisión de Mugabe se produjo debido a que permitió el abuso de su esposa Grace, quien respaldada por un grupo de políticos, comenzó a promover una serie de medidas que indicaban sus intenciones de apoderarse del poder a la muerte de su esposo, de 94 años.

Ante esta situación, incluso el gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (Zanu-PF) -que Mugabe dirigió unas cuatro décadas- decidió removerlo de su cargo al frente del partido.

En vísperas de que el parlamento analizara una moción de censura que hubiese provocado su salida deshonrosa de la presidencia, Mugabe se retiró finalmente.

UN NUEVO ZIMBABWE

Analistas consideran que la experiencia política tanto de Mnangagwa como de su partido facilitarán los proyectos que inició el Presidente desde que asumió el poder hace nueve meses en sustitución de Mugabe, con pasos encaminados a abrir el país a las inversiones extranjeras y atraerlas con incentivos en sectores de la minería y otros de producción agroindustrial y energía.

Rico en diamantes, platino, oro y otros metales preciosos, cobre y muchos más, junto con sus vastos recursos naturales que le brindan una tierra fértil conocida mundialmente por sus cosechas de tabaco, algodón, maíz y la producción ganadera, Zimbabwe tiene que reactivar todas esas áreas que se encuentran en franco deterioro.

Inversiones en infraestructura son necesarias tanto para la construcción de instalaciones requeridas con vistas al impulso económico como para reparar las avenidas y carreteras que se encuentran muy deterioradas y que conectan a esta nación sin salida al mar con sus vecinos.

Mientras atrae inversiones, que ya se concretaron con China en el sector energético y con Rusia en el de diamantes, entre otros, el presidente Mnangagwa también convocó a la diáspora de zimbabwenses radicados en otras naciones de la región.

Durante un periplo por países vecinos, una costumbre de los integrantes de la Comunidad de Desarrollo de África Austral cuando asume el cargo un nuevo presidente, Mnangagwa aprovechó cada oportunidad para reunirse con ciudadanos de su país a quienes convocó a regresar para participar en la modernización y desarrollo de Zimbabwe.

arb/ir

*Enviada especial de Prensa Latina.

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